El 29 de diciembre pasado, un agente del servicio penitenciario baleó a su excuñado durante un partido de fútbol en el barrio 120 Viviendas, de Fontana. El motivo del ataque fue una supuesta relación entre la víctima, José Carlos Alegre, y la pareja del agresor, Adrián Cabral, cabo primero del Servicio Penitenciario Provincial.
El ataque
Alegre, de 29 años y albañil de profesión, jugaba como arquero en un partido cuando Cabral, de 34 años, irrumpió en la cancha uniformado y armado con una pistola 9 milímetros. Sin mediar palabra, le disparó en la pierna izquierda, causándole graves lesiones.
El herido fue asistido por sus amigos y trasladado de inmediato al Hospital Perrando de Resistencia, mientras que el agresor se retiró tranquilamente y fue detenido poco después en su lugar de trabajo.
El agravante de la lesión
La víctima sufrió la amputación de la pierna izquierda debido a la gravedad de las heridas. Cabral fue imputado por “lesiones graves”, con el agravante por el uso de un arma de fuego. Sus abogados solicitaron su libertad bajo caución real, y el fiscal Francisco Asís de Obaldía Eyseric fijó una fianza de un millón de pesos.
La liberación de Cabral
A pesar del agravamiento de la lesión de la víctima, el abogado de Alegre, Ítalo Suligoy, pidió revisar la medida cautelar, argumentando que el empeoramiento de la salud de la víctima debería influir en la responsabilidad del imputado. Sin embargo, tras reunir el dinero necesario, Cabral fue liberado.