Se registró en mayor nivel de pobreza infantil en 2024

Se registró en mayor nivel de pobreza infantil en 2024

De acuerdo con un informe del Observatorio de la Deuda Social, la pobreza infantil alcanzó un récord del 67,3% en el primer semestre de 2024, pero terminó el año en 52,8% gracias a cierta estabilidad macroeconómica y la reducción de la inflación. Sin embargo, persisten marcadas desigualdades regionales.

El informe, elaborado por Valentina González Sisto e Ianina Tuñón para el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA), indica que la pobreza infantil en el país continúa superando el 50%, alcanzando su punto más crítico en el primer semestre de 2024, con un 67,3% de niños, niñas y adolescentes por debajo de la línea de pobreza, la cifra más alta desde la crisis de 2001-2002.

En el segundo semestre de 2024, el índice descendió a 52,8%, pero la mejora fue parcial y no benefició a todos los sectores del país. La pobreza infantil representa el grupo etario con mayores índices, reflejando una sociedad profundamente desigual.

Basado en datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH-INDEC), el informe señala que entre el primer semestre de 2023 y el primero de 2024, la pobreza infantil aumentó más de 10 puntos, subiendo de 56,6% a 67,3%. Este deterioro ocurrió en un contexto de inflación elevada, que acumuló 62,4% entre enero y junio de 2024, y una caída del poder adquisitivo. Durante ese semestre, los hogares pobres tenían ingresos 42,6% por debajo de la Canasta Básica Total.

En contraste, en la segunda mitad de 2024, gracias a una cierta estabilidad macroeconómica y aumentos en la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar, se observó una reducción en los niveles de pobreza infantil, aunque no de manera uniforme en el país.

Desigualdad regional: qué áreas sufren más la pobreza

El estudio destaca que el norte de Argentina, especialmente el NOA y el NEA, continúa siendo la región más afectada, con aglomerados como Gran Salta, Formosa, La Rioja, Gran Paraná y Gran Resistencia presentando tasas de pobreza infantil mucho mayores al promedio nacional.

“Al finalizar 2024, solamente Jujuy-Palpalá se sitúa por debajo del promedio nacional en esas regiones”, detalla el informe.

Por otro lado, el AMBA, la región Centro y la Patagonia muestran mejoras más estables, con ciudades como CABA, Mar del Plata, Bahía Blanca, Neuquén y Gran Buenos Aires cerrando el año con descensos significativos en los niveles de pobreza infantil.

Los datos revelan que al comparar el primer semestre de 2023 con el segundo de 2024, algunos aglomerados lograron mejorar su situación, como Viedma, Gran San Luis, Gran Córdoba y Rawson. En contraste, otros como Gran Catamarca, Posadas y La Rioja vieron empeorar su posición, consolidando una geografía de pobreza cada vez más desigual.

“Aunque a nivel nacional hay una mejora hacia finales de 2024, esa mejora no abarca a todos: la mitad de los aglomerados empeora”, advierten las autoras.

El informe destaca las profundas desigualdades territoriales que persisten en Argentina. Mientras en la Ciudad de Buenos Aires la pobreza infantil es del 27,1% —el nivel más bajo del país—, en Concordia la situación es alarmante: tres de cada cuatro niños viven en hogares pobres, llevando el índice al 75%, el más alto registrado a nivel nacional.

El aumento de la AUH y la Tarjeta Alimentar fue un alivio temporal

Durante 2024, el gobierno implementó aumentos significativos en la Asignación Universal por Hijo (AUH) —100% en enero, 27% en marzo y 41% en junio— y amplió la Tarjeta Alimentar. Sin embargo, estos esfuerzos fueron insuficientes para contrarrestar el impacto de la inflación y la pérdida de ingresos reales.

Resumen del informe sobre pobreza infantil de la UCA

Entre los primeros semestres (2023-2024) se observó un deterioro generalizado en la pobreza infantil: prácticamente ningún aglomerado escapó al impacto del ajuste macroeconómico, y los ingresos reales de los hogares más vulnerables se vieron gravemente erosionados. Entre los segundos semestres (2023-2024) se registró una mejora generalizada, atribuida a cierta estabilidad macroeconómica, recuperación parcial de ingresos y un aumento real en la AUH.

La evaluación del periodo 2023-2024 revela dinámicas regionales divergentes: algunos aglomerados logran recuperar parcialmente los niveles de 2023, mientras que otros no muestran señales claras de mejora. Se acentúan asimetrías regionales ya existentes: los aglomerados con pobreza estructuralmente más alta o menor dinamismo económico (principalmente en el NOA o NEA) son los que más sufren y tienen menos capacidad para recuperarse ante la crisis.

La recuperación no es homogénea: hay ganadores y perdedores. Algunos aglomerados presentan señales de recuperación, mientras que otros quedan rezagados, lo que podría indicar una geografía de pobreza infantil aún más desigual. Sin políticas específicas de protección e inclusión en las regiones más rezagadas, es difícil prever una recuperación sostenida. En estos territorios, la crisis no solo dejó huella, sino que se está profundizando.

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